Monday, May 29, 2006

Dia 1 - De Nueva York a San Francisco (1ª parte)

Madrugada de miércoles 17 de mayo de 2006, nos levantamos en torno a las 3 de la mañana para terminar de empacar y arreglarnos para salir hacia la costa oeste. El cansancio es máximo, pero queda compensado por la emoción de lo desconocido. La noche ha sido muy corta, entre cena, historias, despedidas y alguna colada atrasada solo he dormido una hora. Después de coger el taxi y algún que otro altercado en el camino como un camión de basura volcado en la autopista de Manhattan y un taxista que parecía entrenarse para Indianápolis llegamos al aeropuerto de La Guardia, el aeropuerto neoyorquino por excelencia para vuelos domésticos. El check-in fue muy rápido, no había maletas que embarcar, no así los controles de seguridad, nos vimos privados de llaves, móviles, zapatos, cinturones y un largo etcétera, será que estamos en alerta máxima de nuevo, todo sea por la seguridad.

En el avión ni mediamos palabras, fue rozar el asiento y caer al instante. En mi vida he hecho un despegue y aterrizaje dormido, el trayecto hasta Atlanta lo hice como si estuviese en mi cuna de 3 años, mecido por los vientos de los valles de Virginia y Carlina del Norte. Una vez en Atlanta nos encontramos todo perfectamente señalizado, salimos por la puerta 4 y entramos por la 14, haciendo una parada para desayunar un Philly Cheeseteak en el restaurante del aeropuerto con más premios…. A la comida más grasienta.

Campos de cultivos circulares en pleno desierto de Nuevo Mexico

Montados para volar hacia San Francisco intuimos que se haría un viaje mas pesado, cinco horas y media era para preocuparse. Pude dormir a rachas, pero quedo interrumpido para siempre al abrir los parpados y ver los campos de cultivo circulares de Nuevo México y Arizona. Es increíble lo que es posible hacer la mano del hombre en medio de un desierto árido y de clima extremo. Pasando como unos 30 minutos sobre ese valle dimos paso a uno de los mayores monumentos naturales del mundo, el gran cañón del Colorado, en pleno estado de Arizona. Ríos caudalosos combinaban con las cicatrices de la tierra, de menor a mayor profundidad. Se podían divisar muchos barcos navegando rio arriba y alguna que otra avioneta escapada de la cercana las Vegas. De abajo no quiero ni imaginar el espectáculo, simplemente el poder viajar en uno de esos barcos o surcar los cielos tiene que ser el séptimo cielo.

Gran Cañon del Colorado, Arizona

Entre emociones y orgasmos visuales nos plantamos en San Francisco, al norte del estado de California, primera parada de nuestra aventura interestatal. Aeropuerto moderno y limpio, gente amable y hospitalaria, y cagada! Nos damos cuenta que se nos olvidaron los carné de conducir en Nueva York, por suerte San Fedex funciono a la perfección junto con nuestro Asia Connection.

Para llegar al centro de San Francisco es bien simple, taxi, shuttle y como no, el tren que conecta con el centro de la ciudad. Todo el trayecto en tren me impacto mucho, me recordaba muchísimo a la costa mediterránea andaluza, sobre todo por los eucaliptos y la fisonomía baja de las casas. Parada en Powel St y nos dan la bienvenida bandadas de vagabundos que campean a sus anchas por el centro de la ciudad, ya estábamos en San Francisco!

Pero bueno, eso ya es otra historia....

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Te prometo que cuando haga ese mismo vuelo Atlanta-San Francisco me fijaré a ver si los veo ;)

6:50 AM  

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